Las cocinas industriales son el corazón de cualquier restaurante, pero también uno de los puntos más críticos en materia de seguridad contra incendios. El riesgo elevado de fuego obliga a instalar puertas cortafuegos certificadas, que, además de proteger al personal, aseguran el cumplimiento de la normativa vigente.
A continuación, te contamos qué debes exigir a estas puertas, qué materiales funcionan mejor en entornos de alta exigencia higiénica y cuáles son los errores más habituales en la instalación.
Requisitos técnicos y normativos de las puertas
En cocinas profesionales no basta con tener una puerta “resistente al fuego”. La normativa es clara y específica.
- Clasificación EI2: las puertas deben garantizar integridad (E) y aislamiento térmico (I) durante 30, 60 o 90 minutos, según la configuración del local. Modelos como Delta (EI2 60) o Fonoturia (EI260/90/120) de Siwell ofrecen diferentes niveles de protección.
- CTE DB-SI: el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio exige que las cocinas de uso colectivo estén compartimentadas mediante elementos EI2. Además, obliga a que las puertas dispongan de cierrapuertas automático y que se garantice la estanqueidad frente al humo.
- Accesorios obligatorios: juntas intumescentes que se expanden con el calor, burletes de goma para mejorar la estanqueidad, herrajes con marcado CE y bisagras certificadas.
- Certificación y marcado CE: imprescindible disponer de ensayo UNE-EN 1634-1 y de la Declaración de Prestaciones (DoP) del fabricante.
Una puerta para cocina es un elemento vital de seguridad pasiva que debe llegar con todos los documentos en regla.
Materiales y acabados recomendados para cocinas: seguridad + higiene
El ambiente de una cocina industrial es agresivo. La grasa, la humedad, los detergentes y desinfectantes actúan a diario sobre las superficies. Elegir mal el material equivale a problemas de corrosión, fallos en el sellado o pérdida de higiene.
- Acero inoxidable AISI 304 o 316: la mejor opción en cocinas colectivas. No se oxida, resiste agentes de limpieza y mantiene una superficie higiénica.
- Acabados epoxi sanitarios: ideales cuando no se justifica el inoxidable completo. Forman una capa no porosa, antibacteriana y fácil de limpiar.
- Juntas térmicas e intumescentes: además de frenar el fuego, sellan el paso del humo caliente, clave para evitar intoxicaciones en una evacuación.
- Mantenimiento simplificado: materiales como el galvanizado lacado en blanco sanitario o el inoxidable pulido facilitan la limpieza diaria sin comprometer la resistencia al fuego.
En nuestra experiencia, siempre que el presupuesto lo permita, recomendamos el inoxidable. Aunque la inversión inicial sea mayor, el coste de ciclo de vida se reduce, evitando repintados y paradas por mantenimiento.

Errores comunes en la instalación de puertas RF en cocinas (y cómo evitarlos)
Una puerta cortafuegos puede perder toda su eficacia si no se instala correctamente. Estos son los fallos más habituales que detectan los inspectores:
- Huecos mal ejecutados
- Marcos instalados sin sellar el perímetro con mortero ignífugo.
- Solución: usar espumas y morteros certificados, nunca rellenos genéricos.
- Falta de sellado de juntas
- El humo se filtra por pequeños huecos, anulando la clasificación EI2.
- Solución: comprobar burletes y juntas intumescentes en cada revisión.
- Herrajes no certificados
- Cerraduras o bisagras que no cumplen la normativa, lo que invalida el certificado de la puerta.
- Solución: exigir siempre marcado CE en todos los herrajes.
- Desactivar el cierrapuertas
- Algunos operarios lo bloquean para que la hoja quede abierta, comprometiendo toda la compartimentación.
- Solución: instalar retenedores electromagnéticos conectados a la alarma contra incendios.
- Acabados inadecuados
- Pinturas que se degradan con los desinfectantes, provocando corrosión y pérdida de estanqueidad:.
- Solución: elegir inox o epoxi sanitario desde el inicio.
Tabla comparativa de opciones de puertas cortafuegos en cocinas profesionales
Tipo de acabado | Clasificación EI2 disponible | Modelo Siwell recomendado | Durabilidad estimada | Ventajas principales | Riesgos si fallas |
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Acero galvanizado lacado | EI2 30 / EI2 60 | Delta EI2 60: | 15-20 años | Económico, disponible en colores RAL, fácil integración | Se degrada con agentes químicos y humedad, pérdida de estanqueidad |
Epoxi sanitario | EI2 60 / EI2 90 | Fonoturia EI2 60/90 | 20-25 años | Higiénico, antibacteriano, fácil limpieza, buen equilibrio coste-beneficio | Microfisuras con uso intensivo, requiere mantenimiento medio |
Acero inoxidable AISI 304 | EI2 60 / EI2 90 / EI2 120 | Rodas EI2 60 corredera😮 Fonoturia EI2 120 inox | 40-50 años | Máxima resistencia química, higiene total, vida útil muy larga | Coste inicial más alto, necesita limpieza periódica para conservar brillo |
Gracias a esta comparativa puedes elegir la solución más adecuada para tu cocina, en función de presupuesto, exigencias higiénicas y normativa aplicable.
Seguridad y durabilidad en cada servicio
Algo tan exigente como la cocina profesional, la seguridad contra incendios no se negocia. Una puerta cortafuegos bien elegida, instalada y mantenida se convierte en un aliado invisible que protege a tu equipo, tus clientes y tu negocio.
Con opciones como la Delta (EI2 60), la Fonoturia (EI2 60/90/120 con aislamiento acústico) o la Rodas corredera EI2 60 en acero inoxidable, en Puertas Siwell tienes la garantía de que cada servicio se desarrolla con la máxima tranquilidad.
La inversión en estas puertas es una apuesta por la continuidad, la higiene y la seguridad real de tu proyecto gastronómico.